Victoria Félix
En los últimos 12 años, los asentamiento humanos han crecido 50 por ciento y se han «comido» otras 205 hectáreas de La Huasteca, pese a que leyes y decretos prohíben la urbanización de esta zona desde hace dos décadas.
Esto fue lo que reveló una comparación de imágenes satelitales del 2009 y 2021 realizada por Antonio Hernández, biólogo e integrante de Pueblo Bicicletero.
En el 2009, explicó, la extensión de asentamientos humanos era de 432 hectáreas, y actualmente es 50 por ciento mayor, al abarcar 637 hectáreas, lo que equivale 4.4 veces el Parque Fundidora.
Hernández agregó que la mancha urbana ha invadido 18.4 kilómetros de extensión del Río Santa Catarina, lo cual está prohibido por el Artículo 119 de la Ley de Aguas Nacionales.
«Si estos asentamientos están construidos sobre corrientes superficiales», explicó en entrevista, «el resultado es que durante otro huracán la Ciudad se va a inundar más».
En noviembre del 2000 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto de Declaratoria de Área Natural Protegida del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, que abarca La Huasteca, y en su Artículo 7 se prohibió la creación de nuevos centros de población y la urbanización de las tierras ejidales, comunales o particulares.
Históricamente, los particulares se han amparado para evadir estas normas, afirmó Hernández.
Sin embargo, dijo que esto no los exime de cumplir con los procesos legales para urbanizar áreas protegidas, donde el principal requisito es contar con una evaluación del impacto ambiental, según el Artículo 28 de la Ley General de Equilibrio Ecológico.
A través de una solicitud de información por transparencia, la Semarnat contestó a Hernández que sólo la carretera que conduce a la Cortina Rompepicos cuenta con una evaluación del impacto ambiental.
«A excepción de la carretera, ninguno de los asentamientos humanos tiene autorización de impacto ambiental. Entonces, se trata de asentamientos humanos ilegales», afirmó.
Nota publicada en El Norte el 17 de marzo de 2021.
