La edición de febrero de RESIDENTE MTY ya está disponible!*
Y en esta ocasión Pueblo Bicicletero participa con un artículo de opinión.
MÁS ALLÁ DE SUBIRSE A LA BICI
Por David Pulido
Todo parece indicar que el tema de la bicicleta se empieza a instalar con fuerza en la agenda pública de la ciudad. En las últimas semanas hemos visto, leído o escuchado que presidentes municipales se han subido a la bicicleta y anuncian planes de gobierno o proyectos de movilidad sustentable. Sin duda, el trabajo cultural y de gestión de organizaciones ciudadanas que promueven desde hace años utilizar la bici como medio de transporte en el área metropolitana de Monterrey -como Biciérnagas, Zombies en Bici, Tigre Bici, y Pueblo Bicicletero- ha sido fundamental para que ahora las nuevas administraciones municipales tomen en cuenta la promoción de este vehículo no motorizado. Estas iniciativas municipales son una excelente señal, pero hay que tener cuidado en adelantar los festejos. Debemos estar alerta ante lo que es conocido como bikewashing, que no es más que una forma de llamar a las políticas públicas de movilidad incongruentes, que alegremente realizan acciones para el uso de la bicicleta en la ciudad, pero siguen privilegiando al automóvil privado con presupuesto e infraestructura. No podemos dejar de lado estos puntos:
a) La bicicleta es un vehículo. Los funcionarios deben tener claro que el desarrollo de políticas e infraestructura ciclista es para el transporte y no para hacer deporte.
b) Programa de Movilidad en Bicicleta (PMB). La planeación de este programa ayuda a concretar la visión y estrategia de acción para implementar la política pública que incluye a la bicicleta como modo de transporte urbano.
c) Presupuesto público. El PMB debe tener garantizado presupuesto para los tres años de la Administración en turno. Ante el argumento del endeudamiento municipal nada más hay que recordar que existen varios fondos federales diseñados para apoyar proyectos de desarrollo y movilidad sustentable, siendo uno de los más importante el Fondo Metropolitano.
d) Políticas congruentes para desincentivar el uso del auto. No es suficiente construir infraestructura cicloinclusiva, se debe dejar de invertir y construir pasos a desnivel, distribuidores viales o segundos pisos.
e) Transporte Público. Es urgente apoyar el Sistema Integrado de Transporte que pretende implementar el Estado. Monterrey puede rescatar la Av. Juárez y San Pedro Garza García la Av. Vansconcelos construyendo corredores sustentables como la Ecovía.
f) Reglamento de Tránsito Metropolitano. Actualmente cada municipio tiene sus propias reglas y eso genera incertidumbre jurídica para todas las personas que se desplazan por la ciudad. Este reglamento vendrá a garantizar los derechos a todos los usuarios de la calle, manteniendo esta jerarquía: 1)peatones y personas con discapacidad; 2) bicicleta; 3) transporte público; 4)transporte de carga y; 5) automóvil privado.
Que los alcaldes tomen en cuenta estos puntos hablaría de una voluntad real para hacer de esta zona metropolitana una ciudad más humana.
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