LA CIUDAD CANÍBAL

Pueblo Bicicletero presenta su columna : LETRAS BICIBLES

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LA CIUDAD CANÍBAL

Letras Bicibles #1

 

Hace tres años que promovemos el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano. Creemos que el Área Metropolitana de Monterrey (AMM) se ha transformado en una ciudad diseñada exclusivamente para el automóvil y no para las personas. Desde nuestra lectura citadina como ciclistas, hemos desarrollado dos conceptos que resumen la realidad que viven los habitantes del (AMM): la Ciudad Caníbal y la Ciudad Humana.

Precisamente, éste fue el lema que elegimos para el 4° Congreso Nacional de Ciclismo Urbano, que se llevó a cabo en nuestra ciudad con sede en el Centro de las Artes, en el Parque Fundidora los días 11, 12 y 13 del mes de noviembre de 2011. Nuestro objetivo principal era generar una reflexión que nos ayudará a transitar de una Ciudad Caníbal a una Ciudad Humana.

Pueblo Bicicletero agradece la invitación a participar en Residente con una columna periódica que hemos bautizado como Letras Bicibles y en la que estarán escribiendo distintos integrantes del colectivo. El objetivo es hablar de la movilidad urbana en general, si bien nos concentraremos en el tema de la movilidad no motorizada. En esta primera publicación Luis Gómez comparte el desarrollo del concepto de la “ciudad caníbal”.

No pensemos a la ciudad sólo como un espacio urbanizado, opuesto a lo natural, sino como un gran cuerpo del que somos parte, y que vive gracias a nosotros, los que la habitamos.

Los espacios en los que interctuamos día y noche son parte nuestra, los hemos construido-destruido-reconstruido.

Pero existe una tendencia de destrucción que se ha fortalecido, que es como caníbal. El canibalismo es la práctica de alimentarse de su propia especie. Cuando expresamos que el AMM es una ciudad caníbal, queremos decir precisamente eso: que se devora a sí misma, autodestruyéndose.

Hoy el AMM es una de las ciudades más violentas del mundo, como lo revela el estudio realizado en el 2011 por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, que ubica a Monterrey en el lugar 38 de las 50 ciudades más violentas. Es cierto que una gran parte de este problema se lo debemos directamente al crimen organizado y a la corrupción en el gobierno y la policía, pero también aumenta por los factores relacionados a la manera de construir nuestra ciudad. Un ejemplo de esto es la desequilibrada expansión de la mancha urbana y la deficiente planeación urbana: el 85% de la población habita en el 6% del territorio; la incomunicación social que la expansión produce; el déficit de espacios públicos, la pobre participación ciudadana y la desigualdad en casi todos los niveles de la vida, entre otros más que fragmentan el tejido social de nuestra sociedad.

Como ya lo han señalado diferentes activistas y especialistas locales, como la investigadora Nathalie Roccatt, en el AMM existe un déficit de 15 millones de metros cuadrados o de mil 500 hectáreas de áreas verdes; todos los municipios del AMM incumplen con la norma internacional de la Organización Mundial de la Salud, la cual indica que se debe de contar, como mínimo, con 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Habría que sumarle la casi inexistente regulación de la vivienda, así como la corrupción en la entrega de permisos para la construcción. Muestra clara de lo último es el caso del Bosque La Pastora.

Según cifras de la SEMARNAT, actualmente en Monterrey hay un coche por cada 1.3 personas y se espera que para el 2025 sean 3 millones 132 mil vehículos motorizados. Esto nos convierte en una de las ciudades más motorizadas de América Latina. El problema no es únicamente dedicar tanto espacio para tantos automóviles –dicho sea de paso, el auto privado es utilizado sólo por el 30% de mayor poder adquisitivo en este país– sino los problemas de salud, como las enfermedades relacionadas a la calidad del aire (el transporte motorizado es la fuente del 70% de las sustancias contaminantes), lo cual supone, a largo plazo, gastos en salud pública y la pérdida económica para la ciudad, como nos indica el Instituto Mexicano de la Competitividad. Otros problemas son los problemas sociales como el estrés, el individualismo, la marginación y la intolerancia.

Ciertamente, es un panorama desalentador. Pero cada día nos topamos con acciones que sugieren que otra ciudad es posible. Al respecto, espera en el próximo “Letras bicibles” un texto sobre la Ciudad Humana. Mientras tanto, a seguir pedaleando.

Luis Gómez
Pueblo Bicicletero