Editorial / El Norte
por Ximena Peredo
(18 febrero 2011).- Ahora que los funcionarios públicos y los representantes populares no hallan cómo levantar su honra, les ha dado por llamar a la ciudadanía en su rescate.
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| Para el problema en Av. Leones sólo hay o aspirina caduca o jarabe podrido, según Larrazabal. Foto: El Porvenir.com.mx |
Por supuesto, ésta no es una convocatoria seria ni sincera, sino, en el mejor de los casos, simple retórica plagada de ingenuidades que, a la postre, decepciona aún más al ciudadano. Una vez que sus privilegios fueron resguardados, dan a escoger al ciudadano entre A o B.
Pongo de ejemplo la forma en que el constructor y Alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal, respondió a los vecinos de la Colonia Cumbres, quienes han denunciado el peligro y el lento padecimiento de transitar por la Avenida Paseo de los Leones.
El salomónico Alcalde dijo: «Paso a desnivel o segundo piso, lo que la ciudadanía decida». En este caso, A o B no son soluciones. Todo lo contrario, pero Larry se resiste a documentarse o a soltar la oportunidad de un buen negocio.
Los pasos a desnivel y los segundos pisos son típicas soluciones parciales que, con los años, agravan el problema. Facilitarle al auto su movilidad sólo invita a más y más autos a transitar. Multiplicado, el problema será heredado a otra administración, lo que entusiasma bastante al Alcalde preocupado, al parecer, en salir sonriente en el corte del listón de su «paso a desnivel o de su segundo piso, lo que la ciudadanía decida».
Así, cuando en unos años se reclame a Larry su negligencia, él podrá contestar tranquilo: fue decisión de la ciudadanía.
Para cerrar con este tema y pasar a otro ejemplo sólo agrego que hay muchas alternativas seguras, eficientes, económicas y mucho más estéticas que las dos propuestas del Alcalde. Cumbres se ha convertido en una ciudad que seguirá creciendo hacia el poniente y la Avenida Leones es la segunda vía más transitada de Monterrey.
La ciudadanía debe resistirse a pagar parches cada tres años y debe plantearse seriamente el moverse no sólo en auto, sino en metro, en camión, en bici y a pie.
Los gobiernos que siguen ahorcando a la Ciudad con pasos a desnivel justifican su negligencia en la falsa creencia de que el regiomontano jamás se bajará de su auto. Algún día tendrá que bajarse, digo yo, pero tal vez para entonces vea con horror no sólo el dispendio, sino la fragmentación y la fealdad de la Ciudad que no supo defender.
Observemos las decisiones que están tomando las grandes capitales del mundo en materia de movilidad y rompamos de una vez con la inercia de imitar los errores de las vialidades texanas.
El otro ejemplo de esta sofisticada forma de darnos atole con el dedo es la supuesta consulta a la que los legisladores convocaron a principios de este año, titulada, hágame el favor, «Tu Palabra es Ley».
Ya Miguel Reyes el miércoles pasado hizo en estas páginas un inmejorable análisis sobre esta burda simulación de participación ciudadana. Yo sólo agregaría que, además del agravio a la institución del Poder Legislativo, la ocurrencia está desatando una falsa competencia entre causas ciudadanas que vulnera aún más la solidaridad cívica.
La iniciativa que más votos sumó y que mereció el derecho -aquí la perversidad- de ser analizada, fue la Ley de Protección y Bienestar Animal para la Sustentabilidad de Nuevo León, una iniciativa elaborada por organizaciones ciudadanas respaldadas por un trabajo serio y comprometido con la vida de los animales.
Muchos consideran que es inhumano dar prioridad al estudio de esta iniciativa cuando hay otras «más importantes» esperando su turno. Descalifican la iniciativa en lugar de descalificar a los diputados que, en vez de hacer su trabajo, endosaron a la ciudadanía su responsabilidad legislativa.
Si algo positivo podemos rescatar de la última torpeza comandada por Héctor Gutiérrez es que ayudó a que se colara una iniciativa ciudadana que los legisladores nunca tomarían con seriedad. Rechacemos ejercicios chapuceros diseñados para mejorar la imagen de un grupo que se desprestigia permanentemente, pero no castiguemos valiosos esfuerzos ciudadanos.
Escape de la perversa disyuntiva que plantean los partidos políticos y sus representantes en el poder: no escoja la soga que mejor vaya con su cuello.
ximenaperedo@yahoo.com.mx
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