A «no identificado», una revolvedora con 32 toneladas de carga le pasó encima en Aarón Sáenz y Rogelio Cantú. Tenía 60 años, se transportaba en su bicicleta. Cuando fue atropellado vestía playera roja y otra blanca, además de cinto y zapatos en color obscuro. No se sabe si iba al trabajo, o si venía de comer con sus nietos, solo quedó el cuerpo del ciclista bajo las llantas. El conductor, de apenas 24 años, dice que no lo vio ni se dio cuenta que lo arrastró por más de 10 metros.
Tal vez si «no identificado» hubiera sacado su pañuelo blanco antes de salir a la calle, la muerte le habría dado una tregua… pero no, lo dejo en su bolsillo junto con el limón seco, una cinta métrica, y varias monedas de denominaciones bajas.
¿Qué pasará con «no identificado»? ¿Cómo estará su familia? ¿Quién le avisara a su vecino que no llegará a tomar el fresco?
¿Qué pasará con el conductor, que si bien puede resultar «inocente» por las reglas de Tránsito, aún así le ha quitado la vida a «no identificado?
Historias como estas hay muchas. Día a día hacemos corajes esquivando a quienes nos echan el coche con dolo, hasta hoy han sido solo corajes.. ¿estarán conscientes lxs que van detrás del volante de lo que pueden ocasionar?
Causas y motivos de «choques». Ah! Porque de acuerdo al Reglamento de Tránsito, si te atropella un coche cuando andas en bici, esto es lo que sucede. Son tan variados como la suma de «daños colaterales» causados por la guerra contra el narco cada día.
Sacar a un/a ciclista de la calle también es violencia. Apresurar a lxs peatones cuando cruzan la calle, también es violencia. Pero esto algún día tiene que cambiar… Por lo pronto, nos unimos a las pérdidas. Pedimos respeto, seguridad, justicia.
