MANIFIESTO DEL PUEBLO BICICLETERO
La ciudad puede ser un lugar mucho más amable para vivir. Esta es una certeza que nos mueve a actuar para mejorar los niveles de vida de nuestras sociedades contemporáneas, lastimadas por la indiferencia, la explotación, el daño al medio ambiente y, particularmente en nuestra ciudad, por la escaza movilidad que limita nuestra libertad.
El modelo de movilidad urbana actual, tiene como eje principal el uso intensivo de vehículos motorizados particulares. Esto ha generado graves daños en la vida social de Monterrey, pues margina más a los ya de por si desfavorecidos, margina a quienes viven en las periferias; provoca pérdidas económicas cuantiosas y daña al medio ambiente y por tanto a nuestra salud. Este modelo genera desigualdad de acceso a bienes y servicios de primera necesidad, afectando muchos de nuestros derechos fundamentales.
Vivimos en la ciudad de los autos y los centros comerciales, una ciudad cuya mancha urbana se extiende sin planeación, en la ciudad sin banquetas y cruceros seguros, en una ciudad con un grave y peligroso déficit en espacios públicos y áreas verdes. De los 15 m2 de áreas verdes por habitante que sugiere la Organización de las Naciones Unidas, en la Zona Metropolitana de Monterrey contamos con tan sólo 4.45 m2 por persona. Somos una de las ciudades con mayor parque vehicular en toda América Latina, en la que el 70% del los espacios públicos se dedican a las carreteras. Y por último, y no por ello menos grave, vivimos en la ciudad con el aire más contaminado por partículas suspendidas en todo el país, por encima del Distrito Federal.
Ante este panorama el 26 de abril de 2009 nace el colectivo Pueblo Bicicletero, una iniciativa ciudadana independiente que propone el uso de la bicicleta como eje estratégico para el desarrollo de una movilidad urbana sustentable que genere una ciudad sana, accesible e incluyente. De una forma lúdica fomentamos la convivencia social para regenerar la confianza y el tejido social, utilizando un medio de transporte alternativo, eficiente, ecológico y económico.
Creemos firmemente que la movilidad urbana sustentable -es decir, la capacidad para movernos con libertad a donde queramos- está vinculada con el ejercicio de nuestros derechos fundamentales como el derecho a un medio ambiente adecuado y sano, la libertad de movimiento, la libertad de reunión, el derecho a la igualdad y otros muchos. En ciudades con políticas y cultura de movilidad urbana sustentable la prioridad la tiene el peatón, el ciclista, y el transporte público.
Generar una cultura desde esta perspectiva se traduce en una convivencia armónica entre todas y todos quienes vivimos y visitamos esta ciudad.
Creemos que podemos cambiar la ciudad, transformarla en un espacio de encuentro, de diálogo, de respeto y bienestar.
Monterrey, N.L., 25 de abril de 2010
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