Bici Blanca dos de abril, relatoría… || por Adrián Varela

Sábado dos de abril, triste, emotivo… Un grupo de ciclistas del pueblo llevan la bici blanca en honor al recién caído. Su nombre es desconocido, su edad 60 años, sus pertenencias solo un limón seco, un pañuelo blanco, una cinta métrica y un puñado de monedas de baja denominación. Lo arroyó un monstruotragadieselde32toneladas, el operador simplemente no lo vio. Pequeño error, no lo vio, cualquiera lo comete, cualquiera termina así con una vida.

El peregrinaje comenzó en la plaza Zaragoza Bajo el sol abrazador, de ahí bajaron por Zuazua. Lxs ciclistas del pueblo pedalean cabizbajxs, lxs automovilistas y peatones miran el cortejo con inquietud. Torcieron al oeste en Isaac Garza donde todo transcurrió con tranquilidad y donde la emoción se apoderó del contingente. Los transeúntes gritan en apoyo, otrxs ignoran la columna de ciclistas llevando la bici blanca. 

Entre vericuetos llegaron a la avenida Gral. Pablo González Garza con rumbo suroeste. Por esta senda tomaron su carril, el que les pertenece. Algunxs automovilistas solidarixs pitan en apoyo, otrxs intolerantes mientan madres y violentan, pero de alguna manera u otra la manifestación se hace notar. De esta travesía continuaron por la calle Aarón Sáenz Garza hasta finalmente arribar al gris destino, el sitio de muerte bajo del puente atirantado.

Los ciclistas del Pueblo, apoyados en sus hombros, en sus espaldas, en sus consciencias, elevaron la bici blanca como símbolo de reclamo de justicia, como símbolo de solidaridad, como símbolo de “ni un ciclista más”. Con solemnidad se guardó un minuto de silencio y algunas oraciones sucedieron. En ese sitio de muerte se yergue ahora un monumento.

Conmovidos los ciclistas del pueblo se retiran… Su nombre es desconocido, su edad 60 años, sus pertenencias solo un limón seco, un pañuelo blanco, una cinta métrica y un puñado de monedas de baja denominación…