En plena epidemia de obesidad en el Estado -30% de lxs niñxs y 71% de lxs adultxs en NL están en esa condición-, las vías recreativas se convierten en el lugar ideal y necesario para promover una cultura de alimentación saludable.
Pese a estar vinculado directamente con el objetivo principal de la vía recreativa, que es promover la activación física o movilidad activa (y el aprovechamiento del espacio público), la administración de San Pedro de Pinta, proyecto del Municipio de San Pedro Garza García, no ha tomado en consideración promover el tema de la alimentación saludable entre sus miles de usuarios, sino todo lo contrario, como se puede observar en este video:
En varios recorridos al paseo se constató que la gran mayoría de los alimentos en puestos ubicados en pleno centro del paseo dominical son refrescos azucarados, comida chatarra, tacos, tortas, pasteles, churros, crepas, tamales, etc. Por otro lado, sólo se observó un puesto que vendía granola, un lugar de jugos naturales y un puesto más que vendía jícama, aunque te daban la opción de bañarla de azúcar de color azul.
¿Cuál es el punto? ¿Por qué se permite la venta de este tipo de comida? ¿Por qué se permite la venta de refrescos azucarados? ¿Por qué permiten la publicidad de estas bebidas o de la comida chatarra?
En lugar de fomentar una cultura de prevención y moderación en el consumo de refrescos azucarados -que sólo aportan calorías vacías y que son de las principales causas que ocasionan el sobrepeso- en San Pedro de Pinta se permite su venta y publicidad.
Si tenemos en el País una ley que prohíbe la publicidad y la venta en escuelas de alimentos y bebidas poco nutritivos y con alto contenido de grasas, sales y azúcares, conocidos como alimentos chatarra, ¿por qué en un programa gubernamental que tiene una misión educativa, y es visitado por miles de niñxs todos los domingos, no se consideran estos argumentos para evitar su venta? ¿Dónde está la Secretaría de Salud municipal?
«El consumo de bebidas es en México la principal fuente de calorías, cerca de una cuarta parte provienen de las bebidas. La Secretaría de Salud ha señalado que el alto consumo de energía a través de las bebidas es una de las causas principales de la epidemia de sobrepeso y obesidad», señala la organización Oxfam.
Hay que reflexionar que la obesidad es el principal factor de riesgo modificable para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculares (las dos principales causas de mortalidad general en México), entre otras complicaciones.
Ya existen otras vías recreativas como Escobedo de Rol y otros Municipios han anunciado que próximamente habrá este tipo de paseos en sus colonias. Por esta razón es importante que todas y todos los ciudadanos busquemos que en estos espacios de movilidad activa y convivencia se fomenten las mejores prácticas de salud, alimentación, medio ambiente, etc.
Esperamos que en San Pedro de Pinta se de reversa a esta nociva tendencia y en lugar de tener un centro de venta de comida chatarra/grasosa, mejor exista un centro de cultura de la sana alimentación en el que, por ejemplo, se venda fruta y se regale agua (no necesariamente embotellada; se puede proveer en garrafones y pedir a que la gente lleve su termo). También sería oportuno que todos los domingos la Secretaría de Salud del municipio realice charlas/talleres para niñxs y adultxs en los que se enseñen los beneficios de una sana alimentación.
Como ciudadanxs nos corresponde cuidar los mensajes y las dinámicas culturales que se generan en espacios públicos tan importantes como son las vías recreativas.
«En 2008 los costos atribuibles a la obesidad en México fueron de 42 mil millones de pesos, equivalente a 13% del gasto total en salud (0.3% del PIB). De no aplicar intervenciones preventivas o de control costo-efectivas sobre la obesidad y sus comorbilidades (hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama y cáncer colorrectal), los costos directos podrían ascender para 2017 a 101 mil millones de pesos, 101% más respecto al costo estimado en 2008 y los costos indirectos incrementar hasta 292% entre 2008 y 2017 (de 25 mil a 73 mil millones)», según explica la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSAUT) 2012.
